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La apuesta por la educación inclusiva en La Serena
  La exitosa incorporación de alumnos sordos, con síndrome de Down y/o otras Necesidades Educativas Especiales (NEE) a la educación regular, está demostrando que la inclusión social puede iniciarse en los primeros años de escolaridad, impactando positivamente, no sólo en el crecimiento e integración de los niños con capacidades diferentes, sino también en el desarrollo de la sociedad en su conjunto.

Rocío es todo un personaje en su Colegio Saturno, ubicado en la localidad rural de Gabriela Mistral, en el Valle de Elqui, comuna de La Serena. Cada integrante de la comunidad educativa la conoce y, además, la aprecia por lo que es: una niña cariñosa, amistosa, participativa y muy especial, y no por su condición de persona con síndrome de Down.

Rocío, de 13 años, convive con naturalidad con sus compañeros de séptimo básico, con quienes comparte en clases y recreos, como una más del colegio.

Su integración al establecimiento que dirige el profesional Florián Tapia Henríquez ha sido posible gracias al apoyo especializado que recibe de parte de los profesionales del Programa de Integración Escolar (PIE) y, por sobre todo, a la convicción del colegio y de la institución sostenedora de asumir la función esencial de la Educación Pública, eliminando todo sesgo de selección de estudiantes, promoviendo una educación inclusiva de altas expectativas.

Para la profesora de Lenguaje del Colegio Saturno, María de los Angeles Rojas, la experiencia de trabajar con Rocío ha sido muy enriquecedora. “En la universidad no tuve la oportunidad de saber cómo trabajar con niños con síndrome de Down, pero acá, junto a la educadora, hemos trabajado súper bien, planificando las clases y adecuándonos a Rocío”.

Por su parte, para la educadora diferencial, María Adriana Castex, lo experimentado con Rocío está marcando un precedente relevante para el futuro de muchos niños y niñas. “Ella es una de las pioneras, porque será quien abra las puertas a otros niños, con mayores dificultades incluso, para ingresar a un colegio regular”.

Las expectativas sobre el futuro de Rocío son altas. Así lo cree la psicóloga y coordinadora PIE del colegio, María José Gómez, al señalar que, así como Rocío ha podido adaptarse exitosamente al ambiente escolar, también puede dar otro nuevo e importante salto en lo laboral.

“Nosotros esperamos que Rocío, cuando termine 8° básico, continúe en otro establecimiento, donde pueda desenvolverse en ámbitos laborales, por ejemplo, en algún taller que le permita insertarse en la sociedad y pueda sentirse parte de ella”, sostiene María José Gómez.

QUEBRADA DE TALCA

En el Colegio Rural Quebrada de Talca también se vive una positiva experiencia inclusiva. Allí estudian Nayma Castillo Zepeda (5) y Joaquín Pastén Muñoz (10), ambos con hipoacusia o sordera.

La incorporación de ambos ha significado un desafío importante no sólo para ellos mismos, sino también para los profesionales del establecimiento.

Así lo reconoce la educadora de párvulos, Sandra Malebrán, al señalar que, al momento de comenzar el trabajo con Nayma en kinder, “yo no tenía experiencia con niños con hipoacusia. Sin embargo, logramos desarrollar con los demás profesores y alumnos un código especial de comunicación”.

Hoy, Nayma, participa en clases regulares sin ningún problema, acompañada de la intérprete de lengua de señas, Katherine Aburto, con quien ha podido dar nuevos y mayores pasos en su proceso de aprendizaje.

“Ella ha avanzado mucho. Ha aprendido gestos nuevos, responde preguntas, sigue instrucciones y las aplica súper bien”, destaca la propia facilitadora.

Y si bien admite que el ritmo de aprendizaje de Nayma no es el mismo que el de sus compañeros, recalca que lo importante es que ella siga comunicándose a través de lengua de señas para avanzar en su aprendizaje.

“Para ella es muy importante que su idioma sea el materno, para que así pueda aprender más rápido”, recalca Katherine.

En el mismo colegio, pero en 2º básico, estudia también el alumno sordo Joaquín Pastén, quien, al igual que Nayma, se ha insertado con éxito en la comunidad escolar.

Su profesora, Yanine Muñoz, admite que, un principio, “pensé que sería difícil, pero con la ayuda del mismo Joaquín todo ha sido más fácil. El mismo nos enseñó el abecedario y ha generado un cambio en los demás niños, porque ahora todos se comunican con señas”.

La apertura del Colegio a estudiantes con NEE ha sido un sello del Colegio Quebrada de Talca durante el último tiempo. Su directora, Teresa Meza Lagos, destaca que este esfuerzo radica en la convicción de los funcionarios por abrir oportunidades a los niños que han sufrido discriminación por su condición diferente.

“Se abre un futuro para ellos, porque acceden al currículum y quedan aptos para continuar sus estudios e ingresar a la universidad. A ellos no se les cortan los brazos por no poder escuchar. La Corporación nos ha entregado las herramientas para que podamos educar a estos niños y la comunidad está consciente de eso. En nuestro colegio tenemos gente comprometida con la integración, por eso estamos en permanente perfeccionamiento para generar reales oportunidades de inserción social a todos nuestros alumnos”, destaca la directora.

Así lo ha comprobado la coordinadora comunal PIE, Helen Tapia Cortés, al señalar que “las comunidades educativas de estos establecimientos realizan un trabajo responsable y de apoyo permanente en aula común, convirtiéndose en una significativa opción para nuestros (as) estudiantes con NEE, pertenecientes al sector rural, siendo necesario reconocer su compromiso con la integración en respuesta a la diversidad escolar”.

Por su parte, el secretario general de la Corporación Municipal Gabriel González Videla, Rodrigo Valenzuela Muñoz, tampoco esconde su satisfacción por constatar que en los colegios municipales de la comuna se vive la esencia de la Educación Pública en Chile.

“Da gusto ver cómo las estimulaciones, no sólo de aprendizajes sino también emocionales y anímicas, hacen la diferencia con respecto a cómo tratar a la persona como sujeto educativo. Por tal motivo, felicito a directores, profesores, profesionales, asistentes de la educación y apoderados por hacer un esfuerzo tan grande por sacar adelante a estos niños. Creo que eso es muy meritorio y genera nuestro reconocimiento y adhesión”, expresó Valenzuela.

El PIE en cifras

En La Serena, el Programa de Integración Escolar (PIE) se desarrolla en 33 establecimientos dependientes de la Corporación Municipal Gabriel González Videla.

Beneficia preferentemente a 1.926 estudiantes con necesidades educativas especiales, 498 más que el año 2013. De estos, 1.575 estudiantes presentan alguna necesidad de carácter transitoria, mientras que 351 presentan diagnósticos asociados a discapacidades permanentes.

Los equipos PIE lo conforman 211 profesionales, entre educadores diferenciales, psicólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos y trabajadores sociales, además de 105 docentes de aula que prestan trabajo colaborativo.

Todos, según destaca el alcalde Roberto Jacob, trabajan bajo un mismo objetivo: “Propender al desarrollo integral de los estudiantes, estimulando sus capacidades, conocimientos y destrezas, empleando estrategias innovadoras y metodologías educativas diversificadas, con la finalidad de impulsar la inclusión en el ámbito personal, escolar y social”.